El mimo Vegas

Crónica de Jordi Minguell para el blog del Festival de Cine de Málaga de El Páis un día después de haber asistido al concierto de Christina Rosenvinge y Nacho Vegas en la ciudad organizadora del festival.

Canciones de desamor para la calle Ollerías

La mejor película que he visto en este festival no está ni en la sección oficial, ni en ZonaZine, ni en la tele del hotel. La mejor película la pusieron esta lluviosa noche en el centro cultural de la calle Ollerías donde Nacho Vegas y Cristina Rosenvinge dieron un concierto dentro de su gira de presentación de ‘Verano fatal’. Permítanme que les cuente su argumento.
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Aforo completo en el auditorio del centro cultural de la calle Ollerías. Sale el grupo. Sale Cristina. Delgada, de negro, con el flequillo tapándole los ojos. La mujer que nos alegró la infancia junto a Alex, la mujer que se marchó a Nueva York junto a Ray Loriga, conoció a Sonic Youth, volvió a Madrid más estupenda que nunca y comenzó una vida nueva. Sale Nacho. Pantalones de cuero negro, whisky en una mano, coca cola en la otra, camisa negra y flequillo ocultando también sus ojos. Y empiezan a tocar.

Canciones de amor y desamor para la calle Ollerías en las que sus voces se rozan como en una conversación entre sábanas. Cantan las canciones de su ‘Verano Fatal’, alguna de Cristina, hits de Nacho… el sonido no acompaña pero todos asistimos en silencio al espectáculo de esta pareja en incremento. Se ríen, bromean, se miran, se escuchan. El guarda jurado sale corriendo: ha saltado la alarma de incendios por culpa de un improvisado pitillo de Nacho. Prosigue el concierto.

Nacho ha perdido una apuesta con Cristina viniendo a Málaga. Tiene entonces que comprarle unos zapatos de Marc Jacobs pero ella le perdona si hace de mimo durante la actuación. Nacho deja la guitarra, y mientras Cristina toca el piano, se cuelga de los hombros, se agacha, coge una flor y se la da a Cristina. Para de tocar el piano, coge el regalo y sigue tocando sonriente. Nacho se desliza hasta el micrófono entre los indiscretos aplausos del público.



Siguen tocando, siguen bromeando, siguen cantando sobre el amor y el desamor para la calle Ollerías. Me voy del concierto y en calle Larios, no muy lejos de ahí, bajo la lluvia, Ray Loriga camina solitario calle abajo.

http://blogs.elpais.com/festival_cine_malaga/
http://www.festivaldemalaga.com/2008/

Otros comentarios y dudas (¿mimo o robocop?) han surgido en nuestro foro.


PD: Al correo del blog llega spam de un tal Luis Vuitton... ¿eso querrá decir algo?

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